De París a Roma... con amorts.
No puedo decir que ver el texto "un film de Woody Allen" en un póster o tráiler va a ser una garantía de que la película me va a gustar. De hecho, hubo un tiempo en el que lo odiaba (ése en el que sólo había visto Sueños de un seductor, Bananas y Casino Royale, que no es de él pero ahí sale haciendo el oso). Sin embargo, las últimas películas que he visto de él me dejaban sorprendido, muy gratificado y con ganas de más. Específicamente París a la medianoche: era una película súper "turística" pero de una manera encantadora. No pensé que alguien –ni siquiera la decena de directores que participaron en Paris, je t'aime– pudieran capturar de una manera tan emotiva el espíritu de toda una ciudad en plena época de megalópolis del siglo XXI. Obvio, en cuanto me enteré que salía una película parecida pero ahora en Roma (otra ciudad de la que estoy fascinado aunque claro, EN MI VIDA me he parado por ahí) decidí romper con esta mala racha en la que no he ido al cine y me lancé.
La verdad, como dije antes, Allen no es garantía de que me va a fascinar, así que decidí primero ver el tráiler. Todo parecía ir bien, una que otra bromilla, Penélope de prosti (ya ven que para los gringos una película de italianos no está completa si no ponen una putana) y el encanto de la ciudad se podía percibir en los pocos segundos que dura el corto. Vi también que Benigni hacía su papel de siempre y de pronto lo perseguía un enjambre de reporteros y el con la cara de imbécil que le queda tan bien... no le di importancia, salía Ellen Page y eso terminó de convencerme.
Bueno, de entrada les cuento que fui de las 7 personas que no fueron a ver Batman esa noche y en su lugar me tocó una sala con poca gente, lo agradecí pero para mi mala suerte frente a mi se sentó una tipa que para lucirse con su amiga o novia se dedicó a GRITAR desde el primer minuto de la película (como empieza con Volare y la otra se la sabía, la cantó a todo pulmón). La chava decidió echar mano de sus clases de italiano y cada que alguien en la película hablaba en ese idioma, ella repetía lo último que entendía (por ejemplo, si decían "Oggio ho mangiato della pasta" la otra gritaba "della paaaaaasta" con lo que según ella era un acento italiano, tipo Mario Bros.). Tal vez era italiana aunque a mi me pareció más bien la versión queretana de Precious.
Esto hizo que al principio me pusiera más bien a juzgar por qué la gente tiene este tipo de comportamientos exóticos en lugares públicos tan abyectos en vez de enfocarme en la pelicula. Aunque luego, juzgando el fuerte tema cómico de la película dije "vine aquí a divertirme" y ya ni le presté atención, aunado a que cuando todo mundo la calló ya por fin entendió y se sosegó.
¿De qué hablaba yo? De la película. Bueno, pues es un poco al estilo Robert Altman: varias historias de distintos personajes que ni siquiera se conocen entre sí pero que comparten el estar en un lugar y momento: en Roma. Como suele suceder en este tipo de películas, hay historias más interesantes que otras y unas que, sean más interesantes o no, nos atraen más a cada uno. En lo personal, recomiendo la película sobre todo por la historia de un triángulo amoroso (menos dramático que VickyCristinaBarcelona aunque ése es más cuarteto aunque pasa igual con el de esta película si metemos a Baldwin) y no por cómo se desarrolla en sí (es medio predecible y ñoño) sino por el súper monólogo que se hecha el personaje de Ellen Page cuando habla de su relación con una modelo. Woody Allen para variar sale haciéndola de él mismo y con sus típicos diálogos maniáticos que hacen reír pero que lo separan de la trama como si en lugar de ser "el padre de la novia" fuera el mismo Allen metido en la historia sólo para hacer stand up comedy. Por cierto, la historia en la que él aparece es sosa, boba y es el puro pretexto para montar una escena que sí me hizo reir mucho... la primera vez. Penélope Cruz hace un personaje tipo Sophia Loren en los 60 en una historia cuya trama se parece mucho a las comedias pícaras italianas de los 60 pero que se limita a eso: hacer reír con una trama equis. Bueno, de la historia que falta qué puedo decir, me caga Benigni y está haciendo lo mismo que siempre sabe hacer: bajarse los pantalones a media calle y enseñándole a los que pasan sus calzones. Sin embargo es la trama que más me puso a pensar al tratar el tema de la fama y cómo unos la quieren y otros ya no la soportan, aunque al final todos prefieren tenerla.
Salí contento porque me divertí pero... ¡Mmmmhhh! Entre MÁS pasa el tiempo MÁS siento que me quedé con ganas de MÁS. No MÁS de Desde Roma con amor, sino MÁS de lo que había visto en otras películas de él, como Medianoche en París. ¿Que si la recomiendo? Si quieren divertirse light, si les gustan las películas que tienen decorados y escenarios europeos y manejan un aire snob, si están hartos de que las comedias sean con Adam Sandler y Will Ferrel o si son como la Precious de Cerrito Colorado que se cree italiana aunque se empuje una charola de nachos con jalapeño sólo en lo que pasan los cortos, vayan a verla antes de que la quiten por cualquier película de cómics que tanto atascan las salas este verano.
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"Mira, mirreyna. Tú sé tú." |
Bueno, de entrada les cuento que fui de las 7 personas que no fueron a ver Batman esa noche y en su lugar me tocó una sala con poca gente, lo agradecí pero para mi mala suerte frente a mi se sentó una tipa que para lucirse con su amiga o novia se dedicó a GRITAR desde el primer minuto de la película (como empieza con Volare y la otra se la sabía, la cantó a todo pulmón). La chava decidió echar mano de sus clases de italiano y cada que alguien en la película hablaba en ese idioma, ella repetía lo último que entendía (por ejemplo, si decían "Oggio ho mangiato della pasta" la otra gritaba "della paaaaaasta" con lo que según ella era un acento italiano, tipo Mario Bros.). Tal vez era italiana aunque a mi me pareció más bien la versión queretana de Precious.
Esto hizo que al principio me pusiera más bien a juzgar por qué la gente tiene este tipo de comportamientos exóticos en lugares públicos tan abyectos en vez de enfocarme en la pelicula. Aunque luego, juzgando el fuerte tema cómico de la película dije "vine aquí a divertirme" y ya ni le presté atención, aunado a que cuando todo mundo la calló ya por fin entendió y se sosegó.
¿De qué hablaba yo? De la película. Bueno, pues es un poco al estilo Robert Altman: varias historias de distintos personajes que ni siquiera se conocen entre sí pero que comparten el estar en un lugar y momento: en Roma. Como suele suceder en este tipo de películas, hay historias más interesantes que otras y unas que, sean más interesantes o no, nos atraen más a cada uno. En lo personal, recomiendo la película sobre todo por la historia de un triángulo amoroso (menos dramático que VickyCristinaBarcelona aunque ése es más cuarteto aunque pasa igual con el de esta película si metemos a Baldwin) y no por cómo se desarrolla en sí (es medio predecible y ñoño) sino por el súper monólogo que se hecha el personaje de Ellen Page cuando habla de su relación con una modelo. Woody Allen para variar sale haciéndola de él mismo y con sus típicos diálogos maniáticos que hacen reír pero que lo separan de la trama como si en lugar de ser "el padre de la novia" fuera el mismo Allen metido en la historia sólo para hacer stand up comedy. Por cierto, la historia en la que él aparece es sosa, boba y es el puro pretexto para montar una escena que sí me hizo reir mucho... la primera vez. Penélope Cruz hace un personaje tipo Sophia Loren en los 60 en una historia cuya trama se parece mucho a las comedias pícaras italianas de los 60 pero que se limita a eso: hacer reír con una trama equis. Bueno, de la historia que falta qué puedo decir, me caga Benigni y está haciendo lo mismo que siempre sabe hacer: bajarse los pantalones a media calle y enseñándole a los que pasan sus calzones. Sin embargo es la trama que más me puso a pensar al tratar el tema de la fama y cómo unos la quieren y otros ya no la soportan, aunque al final todos prefieren tenerla.
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Ellen Page como siempre, fascinándome. |
Salí contento porque me divertí pero... ¡Mmmmhhh! Entre MÁS pasa el tiempo MÁS siento que me quedé con ganas de MÁS. No MÁS de Desde Roma con amor, sino MÁS de lo que había visto en otras películas de él, como Medianoche en París. ¿Que si la recomiendo? Si quieren divertirse light, si les gustan las películas que tienen decorados y escenarios europeos y manejan un aire snob, si están hartos de que las comedias sean con Adam Sandler y Will Ferrel o si son como la Precious de Cerrito Colorado que se cree italiana aunque se empuje una charola de nachos con jalapeño sólo en lo que pasan los cortos, vayan a verla antes de que la quiten por cualquier película de cómics que tanto atascan las salas este verano.
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