Los bigotes de Galerías
Publicado en el suplemento aQROpolis del periódico Plaza de Armas el 17 de noviembre de 2011.
Nota: recomiendo escuchar el clip para transportarse a la época.
Como buen hijo de la sociedad del consumo, muchos de mis recuerdos más profundos de la infancia tuvieron como escenario el centro comercial Galerías Insurgentes en el D. F. Hechos que pueden parecerles tan banales y cotidianos, para mí eran únicos. Por eso me limitaré a contarles (y es la primera vez que lo hago) sobre quién consolaba mi tristeza de regresar a casa.
Siempre, cuando el auto arrancaba para salir del estacionamiento, veía a lo lejos, desde el cuarto piso del estacionamiento, un gigantesco y delgado poste bigotón que sobresalía entre los edificios. Se trataba de una construcción altísima de color terracota con bigotes negros como de Dalí y elementos que formaban su nariz y boca. Me daba muchísima curiosidad saber qué hacía algo tan grande y diferente a mitad de una ciudad que sólo tenía edificios. Desde allá arriba parecía guiñarme el ojo y decirme “vuelve pronto”.
Pasó el tiempo, creció la sociedad de consumo con centros comerciales más cerca de mi casa y crecí también yo, de modo que dejé de ir tan seguido a Galerías Insurgentes y ni cuenta me di de que ya no estaba el poste bigotón. Cuando noté su desaparición sentí que también desapareció mi niñez quedando sólo un misterio.
Crecer implicó cambiar de ambientes y las universidades se volvieron parte de mí. La primera vez que conocí el Centro Cultural Universitario llegué en pesero y me fui en metro, al subir las escaleras rumbo al metro Universidad, sentí que alguien me hablaba y al voltear, ¡ahí estaba el poste bigotón! No estaba solo, tenía junto a él a una amiga parecida pero en chiquito y con cabello largo en lugar de bigotes (que más bien eran cejas). Siempre habían estado juntos pero hasta ese momento la conocí. Me fui contento.
Esa obra se llama “Tú y yo” y es de Mathias Goeritz, un nombre que tal vez no conocemos todos pero de quien seguramente todos hemos conocido su obra ya que forma parte de lugares clave del paisaje urbano de México. Muchas de sus obras actualmente están en un deterioro que demuestra qué tan poco importante es el arte para las instituciones pero también siguen estando en la mente y referencias de muchos de los habitantes (y ex-habitantes como yo), lo que demuestra el impacto e importancia de estas esculturas en la identidad de una ciudad. ¿En Querétaro qué elemento arquitectónico podría hacer que nos identificáramos con nuestro aquí y ahora además del Acueducto de Querétaro? ¿Habría que generarlo?
Hay que generarlo.
ResponderBorrar